Siembra de ostras y ostiones apuesta por diversificar producción de acuicultores en Puerto Raúl Marín Balmaceda


La iniciativa, en el contexto del Piloto de Acuicultura a Pequeña Escala que se realiza en el sector, busca potenciar la actividad económica local. Las semillas producidas por Fundación Chinquihue viajaron más de 450 km desde Puerto Montt y se espera ver resultados de los ciclos de cultivos en los próximos doce meses.

010_DSC4036Más de ocho mil semillas de ostra del Pacífico (Crassostrea gigas) y dos mil de ostión del norte (Argopecten purpuratus) fueron sembradas en dos concesiones acuícolas por parte de un equipo liderado por Fundación Chinquihue y el proyecto GEF Gobernanza Marino Costera, implementado por la FAO.

La iniciativa -que cuenta con el apoyo de la SEREMI del Medio Ambiente y la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura de la región de Aysén-, se desarrolló en el contexto del Piloto de Acuicultura a Pequeña Escala que se realiza en Puerto Raúl Marín Balmaceda.

Esta siembra corresponde a la primera etapa del piloto. Una vez transcurrido el ciclo de cultivo, que tarda aproximadamente doce meses, se analizarán los resultados y se evaluará una nueva producción y, eventualmente, la incorporación de otras especies de interés, como la chicoria de mar (Chondracanthus chamissoi).

Miguel Moreno, coordinador regional del proyecto Gobernanza Marino Costera, indicó que el piloto busca “fortalecer las economías locales y actividades productivas marino costeras desde una perspectiva sustentable, apuntando hacia la acuicultura de pequeña escala, con enfoque ecosistémico y bajo impacto local y humano”.

“Esperamos que la medida pueda proyectarse en el mediano plazo, permita aumentar el valor agregado de los cultivos para comercializarse en el mercado local y el resto de la región, y mejorar las condiciones económicas de las familias del sector, que dependen del mar y sus recursos”, agregó Moreno.

En tanto, Jesús Rodríguez, de la SEREMI del Medio Ambiente de Aysén, destacó el piloto que se realiza en el Área de Conservación de Múltiples Usos (ACMU) Pitipalena – Añihué. Esto es posible debido a que el área protegida cuenta con pequeñas concesiones que permiten a los habitantes locales la extracción regulada y conservada de semillas y cultivo de recursos bentónicos, objeto de conservación dentro del área, para potenciar las actividades comerciales de la comunidad y la economía local.

Sobre lo anterior, Rodríguez es claro al indicar que “las actividades que se realizan dentro del área protegida, deben ser acorde a los niveles de conservación y en pos del cuidado de los objetos de conservación”.

Jorge Tillería, jefe del Centro de Producción de Semillas de Fundación Chinquihue, explicó que el objetivo de este piloto es la diversificación productiva de la acuicultura de pequeña escala. “Actualmente las especies que suelen cultivarse, como el chorito, cuentan con un valor comercial poco atractivo para los acuicultores, mientras que especies, como la ostra o el ostión, generan mayores ingresos para sus productores. La apuesta es avanzar en esa línea”, agregó.

Tillería precisó que desde Fundación Chinquihue fomentan el concepto de la granja marina con énfasis en el aumento de los ingresos de los acuicultores a través de la diversificación productiva y, al mismo tiempo, “puedan dedicarse a tiempo completo a la actividad, que genera la producción de alimentos saludables para consumo local, con altos valores nutricionales e inmejorable calidad”.

Las semillas fueron producidas en el Centro de Producción de Semillas de Fundación Chinquihue, ubicado en la ciudad de Puerto Montt, región de Los Lagos, y viajaron poco más de 450 kilómetros hasta su destino de siembra.

Participación local del piloto


La siembra contó con la participación de Jaime Valencia y Luis Fernández. Éste último, dedicado hace más de dos décadas a la acuicultura y, últimamente, dedicado al cultivo de choritos (Mytilus chilensis) y cholgas (Aulacomya atra). A pesar de que su producción anual supera las cinco toneladas, ese volumen no le genera los ingresos suficientes para dedicarse exclusivamente a la actividad.

Sobre la posibilidad de cultivar otras especies, Fernández se muestra entusiasta. “La captación de choritos no ha sido muy buena durante los últimos años y cada vez va disminuyendo. Traer otro recurso es importante para nosotros, porque uno se puede proyectar a tener un mejor trabajo y mejores ingresos”, indicó el acuicultor.

Fernández, asimismo, tiene buenas expectativas en relación con el cultivo de ostra del Pacífico, la cual trabajó anteriormente con buenos resultados, pero en ese momento no hubo disponibilidad de semillas para continuar. “Espero que, si llega a funcionar ahora, haya una continuidad que entregue la opción de seguir con este nuevo cultivo”, agregó.

El proyecto GEF Gobernanza Marino Costera es una iniciativa implementada por la FAO que busca fortalecer el desarrollo de un modelo que integre, coordine y articule a las comunidades locales, a las instituciones públicas, privadas, académicas y de la sociedad civil, para la conservación y el uso sostenible de los ecosistemas marinos-costeros y la diversidad biológica y cultural de estos espacios.

La iniciativa es ejecutada por el Ministerio del Medio Ambiente (MMA), la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (SUBPESCA), el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (SERNAPESCA), el Ministerio de Bienes Nacionales (MBBNN), la Subsecretaría de Fuerzas Armadas (SFFAA) y la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (SUBDERE), y cuenta con financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por su sigla en inglés). El proyecto es implementado en dos pilotos: Sitio Piloto Norte, ubicado en las comunas de La Higuera y Freirina (regiones de Atacama y Coquimbo) y Sitio Piloto Sur, en la comuna de Cisnes (región de Aysén).

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